UN POCO DE HISTORIA:
El duro trazado de la línea de Ripoll a La Tour de Carol causaba grandes dificultades para la explotación con las locomotoras de vapor 2-4-2 ténder fabricadas por MTM, por lo que se proyectó la electrificación de la línea y se convocó un concurso internacional en el que se establecía la obra de electrificación y la costrucción de siete locomotoras que se consideraban necesarias para la explotación. Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) en Beasaín (Guipúzcoa) y Constructions Electriques de France (CEF) en Tarbes (Altos Pirineos) fueron las adjudicatarias del concurso en lo que a las locomotoras se refiere. La tensión elegida fue de 1.500 V cc.
La construcción de las locomotoras se llevó a cabo en 1927 y no entraron en servicio hasta el 22 de julio de 1929, fecha en la que se inauguró la electrificación de la línea y la unión con Francia. El modelo estaba basado en una locomotora que CEF había diseñado en 1922 para la Compagnie de Midi, Serie E-4001 a E-4040 (más tarde, BB-1501 a 1540 en SNCF). CEF construyó la parte eléctrica y CAF la parte mecánica y el ensamblaje total.
A comienzos de los años sesenta RENFE decidió cambiar la tensión a la unificada de 3.000 V cc, entrando en funcionamiento el 12 de octubre de 1965 en la línea Ripoll-Puigcerdá. Esto obligó a trasladar las siete locomotoras de la serie a la factoría de Material y Construcciones S.A. (MACOSA) de Valencia para la instalación de nuevos equipos eléctricos fabricados por la casa suiza Ateliers de Sécheron. Exteriormente apenas cambiaron, salvo la adopción del mismo tipo de pantógrafos que llevaban las UT 600, 700 y 800 y la desaparición de las mangueras de doble tracción.
El 1 de septiembre de 1971 RENFE adoptó la numeración UIC para su material motor y a las 1.000 les correspondió la serie 281, saltándose la norma utilizada con el resto del material, pues debería haberles correspondido la numeración 210.
Casi toda la serie se ha salvado del soplete; solamente se desguazó la 281.007, el 10 de abril de 1974 y varias de sus piezas sirvieron de repuesto a las otras seis supervivientes, que se encuentran preservadas en Madrid, Zaragoza, Lérida, Vilanova y la Geltrú y Ripoll. La 281.003 se restauró y está en perfecto estado para circular. |